
Un telón abandonado en una caja de madera es descubierto en un teatro, es una pieza única y peculiar, uno de los telones que pintó Salvador Dalí en los años cuarenta en Nueva York para su versión de Tristán e Isolda. Después de la inmersión en Antón Chéjov, es momento de descubrir el universo de un nuevo artista.
Está es también la historia de Tristán e Isolda, la Nueva York de los años cuarenta, el viaje interior de aquellos que tiene que dejar Europa y refugiarse en los Estados Unidos. Hay temas que abren otros temas; en la cabeza las ideas rebotan y componen imágenes.
Un despliegue de flores amarillas, personajes vendados y velados, como la estatua de Giuseppe Sammartino en la capilla de San Severo, en el corazón de Nápoles.
Manos con dedos larguísimos; sombras que deforman las proporciones; rojo sangre; blanco; el azul del manto de la Virgen María; escaleras suspendidas en el vacío; equilibrios imposibles; cuerpos que se dislocan; plumas y lentejuelas como si la historia cobrara vida en un vaudeville decadente, junto a un director que busca historias para revivir el ánimo de la trouppe.
La verità, Cía FINZI PASCA en el #TeatroDeLaCiudad - abril/mayo from Teatros Ciudad de México on Vimeo.