Siete huehues, o personajes dionisíacos del carnaval mexicano, engarzan tres historias perversas que suceden en un multifamiliar de la Ciudad de México. Se trata del retrato de una familia con bacinica, el balconeo dialogado de una pareja de homosexuales, y de una historia perversa para cuatro actores; tres piezas satíricas para hacer escarnio de la “virtud” o, más bien, de la doble moral y de lo perversa que esta puede llegar a ser en el México actual.