
Desobediencia reimagina Fuente Ovejuna en México, 1909, en la cual un teatro itinerante muestra la obra a un público inquieto socialmente. En esta versión, el hijo de un político alquila un burdel para montar clandestinamente la obra, convirtiéndose en un tirano de su propia creación teatral.
La representación evoluciona en una metáfora de lucha y libertad, desatando una rebelión dentro del burdel que desafía el orden social y explora el poder del arte como forma de resistencia.