
A partir de una serie de entrevistas realizadas a un grupo de niños mexicanos del campo y de la ciudad se construyó la historia. Fragmentos de sus narraciones funcionaron como detonantes para la creación de este universo, que contiene en sí mismo mundos reales e imaginarios, espejos que reflejan lo que somos y lo que deseamos ser.
Karen (una niña de la ciudad) y Manuel (un pequeño del campo) habitan el centro de este mosaico de experiencias. Ellos nos cuentan sobre su vida cotidiana, sueños, juegos y temores.
Su encuentro revela grandes sorpresas. Ellos son diferentes pero también son iguales. Son únicos. Su voz es la de todos. Y sus ojos brillan más que el Sol.